Al obrero Juan Rafael Meneses
El monumento a García Flamenco
San José, 27 de agosto de 1919
Señorita Carmen Lira y compañeros:
Contesto al llamamiento que Uds,
hacen. Como obrero quiero que se
tomen como participes en esta noble
tarea a todos mis compañeros a quien-
nes exito ardorosamente a poner
sus mejores esfuerzos en la realización
del plan concebido. Quiero que cada
uno de nosotros lleve a perpetutuar la
memoria del maestro García Flamenco,
la ayuda vigorosa nacida del más puro
sentimiento de justicia. Grande será
nuestra gloria cuando veamos levan-
tado a los cielos como símbolo de
mártir que se sintió conmovido en
los campos y en la escuela de Buenos
Aires y peregrinó clamando justicia
hasta morir quemado.
Laboraremos con empeño al lado de
este noble propósito.
JUAN RAFAEL MENESES
Diario de Costa Rica, 28-08-1919
Un obrero de la educación,
hermano salvadoreño,
indignado,
por los esbirros,
que habían puesto
la cabeza de
Rogelio Fernández Güell
en los pies de la indignación
embarrada en el duro
barro de la vergüenza
y la venganza obrera.
Solidaridad migrante,
rebosante de libertad obrera,
haciendo los dolores universales,
rendimiento a tus pasados,
luchando por siempre
contra el capital
virus que consume
las entrañas de la libertad
postergada
la verdadera justicia del tiempo,
pero hoy,
elegiremos un recuerdo.
Mañana tendremos que visitar
la carne eterna de la victoria,
que se clava en nuestros cerebros,
como cuando madruga uno pensativo,
incrédulo del mundo desplazado
ante los pies de la descomposición.
Imposible no pedir perdón
por desviaciones oportunistas
que se vean, en secreto,
con los fresas de todas las esquinas
de Escazú.
Esos son,
los que huelen pedos
a los pipichantis de los yogas,
y los tragos finos de pipiescalante.
Yo estaba hablando antes,
de la liberación de la dictadura
del capital.