Para Patricia Rodríguez Acosta
Porque todos somos,
todos somos,
todos somos los hijos de,
todos somos los hijos de
1 brillante & colorida flor,
1 flor llameante
& no hay nadie,
no hay nadie,
que la mente lo que somos
Canción huichola
Mi patria es este cacto jugoso que arranco de la boca misma del desierto
:: Lophophora Williamsii ::
/ Universo de botones floreando las palmas de mis manos /
Salta & danza mi destino
como 1 perro celebrando la bendición puntual de su alimento
La lengua de Dios me besa con firmeza
& torna & sigue & gira
devorando el panal de mis pupilas
Está lloviendo
& la huella del diluvio
no es otra que la tierra que hoy piso
A la distancia
sólo veo el pálpito fruto vivo de mi alma
Mis abuelos -peregrinos- me indican el camino / pellizcándome
El sudor de mis moléculas
prende el sueño necesario
para que la intrínseca ceguera de mis pies
no decaiga ni en brújula ni en ánimo
La realidad de la belleza
(( luciérnaga fugaz ))
se posa 1 segundo en mis cabellos
¿Qué viento negro podría romperme el paso
o intentar siquiera cancelar mi canto?
El vientre de mis dientes no deja de masticar su propia pulpa
Vuelo : trino : zureo : aúllo : salpico : preño : me exprimo : me desato
Llevo en mí el eco de 1 impulso insospechable
Simiente lunar / manantial de migraciones
arcilla lodazal de óvulos / visiones & peñascos
raíz que surge y se evapora
En el zaguán de las nubes
A la luz del relámpago
A 1 salto de besar el alba-pezuña de venado
que acaricia el dulce corazón de Wirikuta
Mario Santiago Papasquiaro, “Soy 1 viejo piel roja que no marchará jamás en fila india”, en Jeta de Santo. Antología poética 1974-1997 (Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2016), 168-9.