de Spinoza a Marx
Deformado por la presión de los cuerpos externos,
atrapado en la fantasía, en el mundo de las pasiones,
Escogí el miserable equilibrio de una precaria contradicción,
entre el amor y el odio,
felicidad o tristeza, con causa externa,
luchando entre sí, y con la sociedad,
con todo lo que toca mi fantástica
capacidad de crear imágenes colectivas.
Es decir, el mae puede definir la dinámica,
pero no entiende realmente donde empiezo o acaba,
lo que refiere estrictamente, a la "naturaleza humana".
El paso del mono al hombre.
La forma en cómo se multiplicaron
las formas singulares en la realidad,
como ratas.
Hace ver al cuerpo complejo,
demasiado relativo,
permite las clases,
pero no sabe que mueven a las clases.
Que nos hace realmente humanos (la esencia humana),
porqué de la piedra al bronce,
o porqué del oro al dinero.
Los cuerpos externos,
son clases sociales,
conflictivas.
Los estados lejos de apaciguar
los ánimos de destrucción,
dan el garrote al más bárbaro,
para nuestro caso concreto:
la burguesia, el capitalismo,
o el señor feudal, el cacique,
o quién quiera usted especificar,
a sus dominados.
Los trabajadores, la clase revolucionaria.
Las pasiones revolucionarias,
la expresión más clara de la idea clara y adecuada,
(para nuestro espacio-tiempo concreto)
construye la nueva realidad con su paso.
La extensión expresa cosas,
que la mente las ha creído inadecuadas,
y esta clase, en aparentes ataques de pasión,
crea lo nuevo a su paso,
dándole a la historia,
por primera vez,
un rumbo realmente humano:
"¡De cada cual, según sus capacidades; a cada cual según sus necesidades!"
Un cuerpo gigante (abolición de clases), potenciando su ser