La estética como el camino del materialismo

Laverne

Imaginemos salir de la Nada o través de la jupa alguien.
 
Yo opto por la Nada, pero veamos...
 
¿cómo pensar el espacio geográfico
  de esta posibilidad del pensamiento?
 
Hegel se fue hasta Grecia,
Engels hasta los cacicazgos complejos.
 
¿tocar la materia directamente
 o crear derivaciones a partir del Yo Absoluto?
 
¿Comprender la historia del desarrollo de la humanidad
              a través de sujetos geniales
                 o desde la lucha de clases histórica?
 
¿revoluciones paladina o  revoluciones totales?
 
¿Febrero u Octubre de 1917?
 
¿Pequeños pedos queditos con postre al final,
         o reinvención total de la organización
        Internacional de la explotación humana?
 
Es decir, ¿Imperialismo o Revolución Mundial?
 
Las preguntas se elevan, más, y más.
 
Los pasos siguen confundidos en la incertidumbre
      de como el espacio geográfico se podría
      integrar al desarrollo de la Nada
      o la reproducción de la tristeza
       cuando solo hay persecución
          —miseria, tristeza, Nacionalismo,
                narcotráfico, niños de pegamentos,
                  humanos desgastado bajo la lluvia sin pan,
                   alarmas de casa que nadie quiere robar,
                    espacios de miseria...
donde se hunde hasta lo más profundo
        la desesperanza y
          la resignación del dolor de la existencia…
 
Salir de la Nada implica volver a la Historia
—o escribirla en todo caso—
para rastrearla hasta los inicios de la conciencia
y sobre todo,
(para los efectos de esta declamación)
hasta el origen de la miseria, la explotación,
la plusvalía —para nosotros los vivos,
la esclavitud pa’ los viejos,
es decir,
aceptar todas las implicaciones
   que significa considerar la estética
      como central en toda la explicación material.
 
La estética como la dinámica material
        de nuestra existencia desde la NADA.