La revuelta

Laverne

Llegué temprano gracias al bus que no falla,
y estabas ahí...
como un retoño de neblina con café...
esperando que esta disuelva la confusión
con lo estrechamente definido.
No es así como un puede lograr revoluciones,
hasta que la vi la anarquía...
que me tiene casi despierto.
 
Son tus ondulados espacios
donde veo como me pienso sin ti,
quiero amarte sin algo que te pierda
sin ser de donde nacista, y creciste,
sin tu sangre,
donde la vida era como un juicio estúpido
donde un niño se enamoraba de una maestra francesa,
o una maestra de la ley que sabe como se disuelve la injusticia
ante la importuna de ser un ente que puede gastar el tiempo necesario.
Tengo la gracia de verte feliz ante mi estúpida
forma de analizar la impotencia de ser EL palo de la felicidad.
Es la primera forma de ser humano ante tu verdadera belleza histórica.