¿Qué hubiera sido de ti, Pablo,
si de entre los ocho nombres
con que fuiste bautizado
hubieras preferido al de Pablo Picasso
el de Diego Picasso,
al de Diego Picasso
el de José Picasso,
al de José Picasso
el de Francisco de Paula Picasso,
al de Francisco de Paula Picasso
el de Juan Nepomuceno Picasso,
al de Juan Nepomuceno Picasso
el de María de los Remedios Picasso,
al de María de los Remedios Picasso
el de Crispín Picasso,
al de Crispín Picasso
el de Crispiniano de la Santísima Trinidad Picasso?
¿Cómo hubiera pintado Diego Picasso,
cómo José Picasso,
cómo Francisco de Paula Picasso,
cómo Juan Nepomuceno Picasso,
cómo María de los Remedios Picasso,
cómo Crispín Picasso,
cómo Crispiniano de la Santísima Trinidad Picasso?
Cómo hubiera sido posible:
PRIMERA EXPOSICIÓN EN BARCELONA DE
DIEGO PICASSO
HA LLEGADO A PARÍS JOSÉ PICASSO
CUADROS Y DIBUJOS EN LA GALERÍA VOLLARD
DE FRANCISCO DE PAULA PICASSO
ENCUENTRO DE MAX JACOB CON JUAN
NEPOMUCENO PICASSO
GUILLAUME APOLLINAIRE: «EL CUBISMO DE
MARÍA DE LOS REMEDIOS PICASSO»
DE GOYA A CRISPÍN PICASSO
LOS GLORIOSOS 85 AÑOS DE CRISPINIANO DE
LA SANTÍSIMA TRINIDAD PICASSO?
Pero no ha sido así
y sólo en la partida de bautismo quedaron
como siete posibles invisibles hermanos,
Diego,
José,
Francisco de Paula,
Juan Nepomuceno,
María de los Remedios,
Crispín
y Crispiniano de la Santísima Trinidad Picasso.
Y salió sólo Pablo
sin Diego,
sin José,
sin Francisco de Paula,
sin Juan Nepomuceno,
sin María de los Remedios,
sin Crispín,
sin Crispiniano de la Santísima Trinidad Picasso.
Solo PABLO PICASSO
Rafael Alberti, Vivir poco y llorando (Barcelona: Penguin Random House Grupo Editorial, 2018), 65-7.