Mae de desampa viendo a compas internacionalistas
que proveen cerveza y baratijas
(árabes, chinos y valenciañoletes)
La vara es que siento la alegría lasciva,
cuando veo la basura en la cima del hampa,
de algunos barrios de mi amado desampa,
con los tugurios y los tendidos,
y la vida en la perdición y la sonrisa,
(y muchas alcancías vacías)
radios de reguetton
con música rancia de vida,
no importa,
la razón siente satisfacción
con la incomprensión,
y redeprente,
le digo mae al chino y al tío,
y lo veo metío en una descomposición
(de pie y no con la razón)
me animo a volar esta situación,
ya que el amor no compra y no siente,
solo asume la conjunción de la realidad
amigo,
te lo dijo sin ningún sentido, ni motivo,
pienso en el amor de tendederos,
en la ropa enardecida de los gigantes
edificios en la ciudá
(donde no matan por la incomodidad)
ahí mismo donde no quiero sentir,
(ni mucho menos vivir)
en el mismo momento de la desesperación,
cuando veo los ojos cartagos queriendo
los bares que no se podrán dar,
en las lágrimas de la ira que quiero
sentir y disfrutar,
ahí en los otros barrios del Sur,
en las miradas perdidas,
en este lugar quiero el amor,
quiero la revolución…
Malvarrosa, Valencia, julio 2019