Porno

Laverne

Es difícil sacarse el porno de la cabeza.
 
Estaba sentado a la par de un fusil en chepe, deliciosa.
Cada vez que disparaba una frase,
sonaban todos los sistemas de alerta del Estado,
escupía a un rico en cada metáfora,
hablaba sin respeto a la real academia.
 
Y a la vez, la veía jugando bajo las sabanas del cuarto.
 
Camarada, disculpá mis deformaciones mentales,
imaginarte en esa furia colectiva,
en esa adrenalina emancipadora,
me hace querer reproducir nuestra estirpe,
pero yo, perturbado,
confundí la palabra con boca.
 
Podemos hacer el amor entre discusiones estratégicas.
Amanecer aborreciendo los mismos intelectuales.
Intercambiar cartas, en donde te escupo tus argumentos.
Después, me tiras mi propuesta en la cara,
odiando mis fantasmas burgueses,
mientras propones una tregua en la cama.