Ultraizquierdistas

Roque Dalton

Los pipiles
que no comprendieron la cruz y la cultura más adelantada
y no quisieron agachar la cabeza frente a la Corona de España
y se alzaron en la sierra
con las armas en mano
contra el conquistador.
 
Los que durante los 300 años de la Colonia
mantuvieron la llama de la rebelión indígena
y murieron cazados en el monte o en el garrote vil o en la horca
y se negaron a coexistir pacíficamente con el Encomendero
en el seno de las encomiendas y los repartimientos.
 
Pedro Pablo Castillo y los comuneros del 1814
que expropiaron los fusiles a las autoridades militares de San Salvador
 
y los apuntaron contra los opresores del pueblo.
 
En cambio
Matías Delgado y los próceres terratenientes de 1821
no fueron ultraizquierdistas
(porque hicieron la Independencia por la vía pacífica
aunque la Independencia fuera más que todo para ellos
y los pobre centroamericanos siguieran allá abajo
explotados, humillados, hambreados, engañados y dependientes
Anastacio Asquino sí lo fue
porque con lanzas de huiscoyol y cañones de palo
sublevó a los nonualcos contra el gobierno central
no tomó el poder porque no supo que había ganado la guerra
después de haber inventado la emboscada
y haber legislado como un marxista de este lado del Lempa
y haber expropiado a los ricos de San Vicente
que habían escondido su oro bajo las enaguas de San José).
Don Chico Morazán también lo fue
y lo fue a nivel centroamericano
Gerardo Barrios
por poco en entra en la colada
si no es que se le ocurre agarrar viaje al frente de las tropas
para ir a Nicaragua
a echar plomo contra los filibusteros gringos de Walker.
De ahí hubo un largo período
en que los revolucionarios salvadoreños
dejaron de ser ultraizquierdistas
y se volvieron tan decentes como burgueses
el ultraizquierdismo desapareció
ante el empuje del conservadurismo burgués
del liberalismo burgués y la Constitución burguesa
de la expropiación burguesa de la tierra común
de la entronización del Dios burgués del café
más omnipotente en lo referido a la República,
que su símbolo de palo y colochos
llamado ni más ni menos que el Salvador del Mundo.
 
Poemas Clandestinos
 
 En: Roque Dalton, Poemas Clandestinos (Clandestine Poems), Willimantic: CURBSTONE PRESS, 1984.