"Raras veces encontramos —dice Solomon Don Dunce—,
ni la mitad de una idea en el soneto más profundo.
A través de las cosas endebles vemos de inmediato
tan fácil como a través de un sombrero de Nápoles,
—¡basura de basuras! ¿cómo puede ponérselo una dama?—,
aunque mucho más pesadas que tus cosas petrarquianas,
necedades de pedantería lechucesca que el más ligero soplo
convierte en confetti mientras las lees."
Y, verdaderamente, Solomon tiene bastante razón.
Las fatigosidades generales son puras burbujas,
efímeras y por tanto transparentes,
pero esto es, ahora, —podéis contar con ello—
estable, opaco, inmortal, todo por fuerza
de los queridos nombres ocultos en su interior.
An enigma
"Seldom we find," says Solomon Don Dunce,
"Half an idea in the profoundest sonnet.
Through all the flimsy things we see at once
As easily as through a Naples bonnet—
Trash of all trash!—how can a lady don it?
Yet heavier far than your Petrarchan stuff—
Owl-downy nonsense that the faintest puff
Twirls into trunk-paper the while you con it."
And, veritably, Sol is right enough.
The general tuckermanities are arrant
Bubbles —ephemeral and so transparent—
But this is, now, —you may depend upon it—
Stable, opaque, immortal—all by dint
Of the deer names that lie concealed within 't.
Edgar Allan Poem, Poesía completa (Madrid: Ediciones Hiperión, 2014), 230-1.