Caminando en el puente donde dos soles se atacan,
y el fuego interno te invita a gritar
durante la caída al vacío,
gozando del viento cálido que acaricia pesadillas
dormidas antes de la muerte de la ausencia,
viendo como los viejos se pudren
en las esquinas de la desesperación,
armando los cabos perdidos
en la memoria de noches estúpidas,
en este puente,
puedo ver el fondo de los párrafos
gritando a los finales que continua
con respuestas temporales,
de recuerdos, de voces, de gritos, y millones de tormentas.
El tamaño de un fósforo aborta la misión del humo,
y la felicidad temporal de dos respuestas,
en el fuego de la memoria,
y aún, aún, tras el delirio de las palabras
nunca dichas en dos bancos,
sigo viendo las mismas imágenes borrosas
jugando con la cruda realidad
de los silencios,
como anteponiéndose a una historia circundante
en el multiverso que significan
los futuros pusilánimes,
y las ideas sin materia...
que siguen atormentando el camino del puente,
camino eterno,
a pesar de carruseles y jardines
que se suicidan en un río vacío de imágenes,
en el caminar de los dedos de los pies
que nunca lograron llegar a ningún lado,
que nunca existieron en la conciencia del error,
que nunca duelen ni reclaman, ni lloran,
luego del camino solitario de las 3 de la mañana,
esperando los tres puntos
detrás de las frases hipotéticas,
que evocan a la teoría del Capitalismo de Estado,
o las conversaciones sobre la Descomposición....
intentando acariciar las demandas perdidas
en la inmovilidad de voces tiradas al vacío,
que son como un consuelo en la explosión de la conciencia,
-menciones efímeras en la telepatía de lo nunca dicho-
que salen a morir al segundo
de la exposición ficticia,
(en el puente del olvido)
que termina en una tarde de abril,
metido en todos los sueños y anhelos,
en los sentidos que dan las flores y los bancos,
encerrado por cadenas,
y vigilado por los policías del capital,
pensando en largas noches,
en días eternos,
donde los días
que amanecen,
durante la búsqueda
de todas las respuestas,
logren tomar el mismo medio,
las mismas caricias
en las tristezas
de los ríos secos,
al fondo de este puente.