Soy un andante en el dédalo del tiempo
animal lluvioso
que agarra la palabra y la blande frente al hastío Vivo en medio de estos montes
ni dichoso ni infeliz
en cruel comercio de gases con mis vecinos de piedra Tengo las manos del jardín
deshechas por flores muertas
una estación de trenes en el encierro
un desordenado cuarto en armonía con el caos Tengo una plantacalamar
que me abraza y me oscurece y me libera La hierba azucarada y la cena de bengalas
para golondrinas y tortugas
Tengo
Baúles abiertos
Bocanadas de clarín
que arrinconan a los belcebúes de la casa Pongo a crecer el vuelo y asesino el muro
Grito para me oigan en épocas dobladas como bodoques
y puestas como cuñas en los resquicios del tiempo Amo a las mujeres pintadas en rotos almagestos
Idolatro sextantes herrumbrados
astrolabios y pirámides Busco arcángeles para sembrar sobre baldosas cotidianas
Manos para dejar en ruinas la ruina
Gallos para matar la muerte Animal lluvioso me declaro
seguro del sol
que un día nacerá de mis pálidas gotas