Antes de una odiosa conferencia sobre una Rosa

Laverne

Noticias para mí en el futuro:  reescribir esto en la resaca de un mañana.
 Llegan noticias de un alma ausente
                que realiza conferencias sobre una Rosa.
 
Se revuelve el estómago democrático
                       de algunos oportunistas,
y debajo de una tumba se rasga
la desesperación de una radical antiparlamentaria,
(la que ama los pájaros y flores)
(la que no se anda en medias tintas)
y salen sus amigos los viejos intransigentes comunistas
a debatir esta verdad dicha a medias
                      por trotkas capituladoras interpretaciones voluntariosas.
 
También están los recuerdos
      de una relación izquierdista-Capital
         que se codea con un falso anarquista.
 
(Se mal comprenden las tesis básicas de la Izquierda Comunista)
(Se escuchan insultos al “ultraizquierdista”)
 
Y en el recuerdo del antiguo mar de disputas,
se ofrecen cálidos soles,
cálidas cervezas,
cálidos veranos con gatos,
historias olvidadas entre sonrisas entintadas,
viejos poemas enamoradicales,
salen de sus tumbas las viejas
     dedicatorias de libros ausentes
     donde se rebajó el recuerdo estático
     de un momento de celebración
     cuando la lucha podría sobrevivir
      en las faldas de la izquierda del capital,
los recuerdos hacen volcar los pasos
hacia nuevos rumbos,
hacia nuevas cuevas,
hacia nuevas ambiciones.
 
Hoy, imaginando al alma ausente,
veo un simple lienzo de rayos rojos,
en un espacio que clama por transmutarse,
y el viejo libro solo glorifica a la Rosa
           que no asusta a la socialdemocracia,
            ni a burguesoaristocracia alemana,
solo se siente una estúpida
condescendencia inútil a tesis a medias tintas,
que solo ayudan a reír en ajenos escenarios,
(los cuartos llenos de izquierdistas universitarios)
yo, junto a mi amiga,
la vieja ira,
la de los colochos federados,
veré como logro volcar los pasos
hacia nuevos retumbos,
hacia nuevas llenas,
hacia nuevas contradicciones.