Hábeas Corpus
para Catalino Flores.
Las tres mujeres bajan
de Susulí llorando.
Vienen de negro
al alba.
Van al Comando
al Juez
a la cárcel van
preguntando por su deudo.
El Sindicato, con temor,
redacta el telegrama:
Hábeas Corpus
para Catalino Flores
jornalero de treinta años
casado, cinco hijos,
organizaba
la Liga campesina,
leía y enseñaba
a leer bajo los árboles.
Lo arresto una patrulla
en la noche.
Los caminantes
oyeron tiros.
Hábeas Corpus
para Catalino Flores
desaparecido
del Comando
del Juzgado
de la Cárcel.
Las tres mujeres llorando
bajan al cementerio.
Vienen de negro
al alba.
Buscan
su cuerpo.
Pablo Antonio Cuadra, Esos rostros que asoman a la multitud, vol. 5, Obra poética completa (San José: Libro Libre, 1985), 52-3.