Hasta ahora no he podido lidiar con la creciente sensación de eutanasia
Yo también, cuando escribo, no me lleno
No siempre las flores llevan mantos por sueños
No es preciso que en el día suenen tantos los convexos
No me queda más remedio que devenir en capullos
¿Qué será de los rosarios polinizados?
¿Por qué el antónimo hasta ahora prefirió el encierro?
¿Cómo es que ciertos capullos llevan por palabra la enhiesta?
¿Qué es la enhiesta en tu contexto?
Dos muchachos demostraron que este ruido aquí aquí presente
se irá disipando cuando el paracaídas se disuelva en tu recuerdo.
De ahí en adelante, todo será como las llamas
o como el sueño interminable de los helechos
¿En qué manos posan sus cabezas los helechos cuando están demasiados?
El pastor de los sinos lleva al aire por el cuello
No siempre el aire tira el globo
No es preciso llamarle por su nombre
El nombre es un paraguas hecho de heno
Cabeza áspera, manojo de párpados
No es cierto que estos párpados atrapen las horas
No existen horas en los anzuelos
No he visto espejos sin algarabías
No me significan los peces tirando reflejos
Amablemente se me impide el desplazamiento
a favor de la privatización del pie de página
¿Qué es la página sin el silencio?