Dijiste: «Marcharé a otra tierra, marcharé a otro mar.
Habrá de hallarse en algún sitio una ciudad mejor.
Mas cada intento mío está condenado al error;
sepulto -como muerto- el corazón.
Y cuánto va a durar mi mente en esta confusión.
Dondequiera que mire, que vuelva mis ojos,
solo veo aquí de mi vida los despojos,
y tantos años que pasé y perdí en este lugar».
Lugares nuevos no hallarás, ni hallarás otros mares.
La ciudad irá tras de ti. En tus calles pasearás,
las mismas, y en los mismos barrios envejecerás,
se te verá en estas casas acabarte.
Y siempre llegarás a esta ciudad. Para otra parte
-no esperes- no hay barco ya, ni senda para ti.
Lo mismo que tu vida la perdiste aquí,
en esta esquina, la perdiste en todos los lugares.
Cavafis, Recuerda, cuerpo (Barcelona: Penguin Random House Grupo Editorial, 2018), 16.