I.
un mamut recién nacido hace 40.000 años / en la Lejana
Peninsula de Yamal
muerto por haber tragado / légamo y arcilla / hasta
asfixiarse
y hoy aparecido congelado / en el ángulo blanco / de un
iceberg / asceta
y hoy reproducido en la fachada / fosforescente / de la
revista / Nature
me hace pensar en el tiempo / y en el amor desgajado en el
tiempo;
en la termodinámica, / ahorcada / en la línea del tiempo:
saber que moriremos, que morirá / este nudo;
saber que tú, mi amor, un día / serás hierba:
sobre el material de la ternura / que se cree infinita
se editan los efectos de esta lucha a muerte,
y no puedo evitar pensar tu cuerpo / como belleza móvil /
hacia lo inmóvil
y el ronroneo existencial / me dice / que esto es triste
II.
los órganos genitales / no fosilizan
ni la epiglotis es algo más que una ráfaga / de niebla / con eco
una vez existió un mamut que barritaba feliz / en la
ciénaga
y ahora ese estrépito ventrudo se ha perdido /en la niebla
/ con eco
quisiera decirte que este poema de amor / para no
desaparecer
se reencarnará en una rana dorada que producirá 2.000
huevos
relucientes
míralo bien, este poema / es una charca de un cuento /
probablemente ruso
donde una rana dorada producirá 2.000 huevos diáfanos
/ como un arco
ojival hecho de espuma
humana
míralo bien, este poema / es un episodio de un ejercicio de
hipnosis / que es un bosque
o una voz
humana
y es tu mano / dorada / abierta a / la palma de mi mano
dorada / quien,
por los siglos
de los siglos, lo escribe
y lo escribe
Berta García Faet, La edad de merecer (Córdoba: La Bella Varsovia, 2015), 55-6.