Le Poète

Mario Santiago Papasquiaro

                                        Para Rodolfo Zanabria
 
Aquí está el poeta surgido quién sabe de qué oscuro vientre
Semivivo o no del todo resurrecto en el pantano de los años
Confuso reflejo de la noción que el vulgo tiene de alucinado o zombie
Sus fotos de niñito si aún existen
No lo diferenciarían en nada de 1 renacuajo
–mezcla de perro venusino & caracol marciano–
Sus ojos exclusivamente dirigidos
a la placenta jamás cercenada de sí mismo
Salpican sin embargo a toda hembra liebre que trote
en el estrecho radio en que este agridulce autista se calcine
Él ni fu ni fa con el mundo rascuachero & jerigonzo
Hadas & sirenas se columpian en sus células
Son en sí su escudo y la punta de su lanza
Migajas-hoguera de su pan galáctico
Él / poeta / –como hormiga paladeando el laberinto tatuado de 1 melón–
No habla más que desde la herida abierta de ése su más preciado fruto
Si se equivoca o no será al besar los labios de su radar atípico
Cualquier chispa o rugosa larva nacida de sus actos
Se verá siempre flatulenta o milagrosa
Pero hija droga del drogo de quien viene
Que Dios salve o castre a su progenie
El poeta raspa su cal
incitando al ataque a sus inarrancables almorranas
Lo demás no es mierda que lama su agujero
 
 
Mario Santiago Papasquiaro, “Soy 1 viejo piel roja que no marchará jamás en fila india”, en Jeta de Santo. Antología poética 1974-1997 (Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2016), 120.