El poeta Roque Dalton era jodón y respondón. Nunca aprendió a callar ni a obedecer, y ejercía un desafiante sentido del humor y del amor.
En la noche de hoy del año 1975, sus compañeros de la guerrila de El Salvador lo mataron de un balazo mientras dormía.
Criminales: los militantes que matan para castigar la discrepancia son tan criminales como los militares que matan para perpetuar la injusticia.
(Eduardo Galeano) Los Hijos de los Días, p. 156