frente a la Vida
recojo este grito desgarrado,
ancha ola que se estrella en
la playa de mi corazón
NO TENGO PROCEDENCIA
amo la Tierra
porque vengo del seno de la Tierra,
pero tengo los brazos
tendidos al Mar
el sol castiga mis espaldas
i la sonrisa de la mañana
tiene besos salobres
abre sus rejas la ciudad
para los esclavos del hambre
donde el hombre tatuado de tristeza
muerde el pan cuotidiano:
"todos los días son iguales"
gran argolla
ojos de ajusticiado
manos que arañan las ideas oscuras
nubes alegres
alegría del campo
alegría del cielo
alegría del Mar
ALEGRIA —vidrios rotos— las lágrimas
quiebran en arcoiris el paisaje
persignado de amor
con la pequeña cruz a cuestas
hombre esclavo—pequeño hijo de la Tierra
donde todo es prestado
hasta la luz que rie
sobre su frente condenada
encarcelado hombre de ayer,
hierve el mar subterraneo del pasado
donde se nutren las raíces
de los hombres de hoy
amarrados al recuerdo
espectro detrás de nuestras pisadas
como la tara de la sangre
siempre somos los hijos
de los padres
con la garra que muerde nuestros talones
de la carne —de la patria— de dios
Pero Yo Yo
frente a la Vida,
yo poseo la roja manzana de la Vida
y estoi aquí—enorme Mar
humano Mar
Mar mío
tú —el único libre bajo el cielo,
tú que azotas las nubes
con banderas de espuma que endurece el
crepúsculo
tú que me has ensenado
la alegre tristeza del viaje
H O M B R E E M I G R A N T E
recién H O M B R E L I B R E
NO TENGO PROCEDENCIA
alarido del Mar
detras de las colinas azules
el Sol compañero de todos los días
me saluda en el don de la mañana
i la ancha ola
hunde en la playa de mi corazón
sus rojos dedos libertarios
Magda Portal, Una esperanza i el mar (Lima: Editorial Minerva, 1927), 5-7.