A P.A.
De tal manera se inclinó el viento sobre tu verde,
Que rociando diamantes en vísperas de la distancia,
Se dio, como resultado, un presentimiento vano;
Por lo tanto,
La sombra que vino del cáliz y que se rasga hacia el borde del día,
Me vio por hijo y por Padre,
No sin antes aclamar a ella los desterrados hijos de Eva.
Si bien la propuesta radica sobre este valle de lágrimas,
¡Ea pues, Dios te salve
En la noche y en el día!
La tesis consistiría, por lo tanto,
En evaporar los lazos que previamente desarmamos
O bien,
Que dejaste en continuo ladrido como en expansión de cabellos.
En otras palabras y a saber
Que el verbo se hizo carne
Y es espejo de tu frente.