El día que llegó la organización
inició el camino hacia la historia.
 
Vos estabas ahí en el espacio vacío.
 
Los comunistas de izquierda ven el espíritu anti estatal
con ojos de semiencantamiento,
al final, es mejor que el nacionalismo trotskista.
 
Estabas ahí contra el Estado,
yo, reivindicando su caída,
te veía con la luz de la revolución
pero el espíritu de la almohada nos separó,
fue el momento en que la imaginación de la vida
revolucionaria del futuro
tomó control del vaso de alcohol
que esfumó toda esperanza, con la enajenación.
 
No sé como transformar la flor de la sonrisa,
en espacio de pasión,
tengo miedo de un patriarcado inconsciente, es verdad.
 
La vez que pude ver la radicalidad
de la izquierda del capital,
caí a los pies de un griterío parlamentario con ojos azules,
hoy como la vista profunda,
mi análisis pasa por ser radical.
Tengo presente que los pasados de la insurrección
devoraron a sus hijos, entre ellos, a tus camaradas,
esto es un perdón conceptual,
es decir, te beso, te imploro y te crítico.