Alfonso Cortés

Joaquín Pasos

     Alfonso Cortés tiene el alma de madera. Es duro y sin pulir, como un verdadero primitivo, y trabaja quizás por instinto. Sin embargo, nació con la armonía en una mano. Educado bajo la tutela de Darío, Verlaine y demás simbolistas, camina con ellos, pero se les adelanta pegando gritos y llega hasta nosotros, solo. El nos siente, como nosotros lo sentimos a él. Él es nuestro precursor. Porque es fuertemente poeta. Tiene fuerza de poesía, esa solidez de piedra roca, esa musculatura espiritual que golpea y aturde. Alfonso Cortés es un gigante capaz de matar a cualquiera de un grito.
     Y es triste a veces, muy triste, porque el pájaro de su alma no puede volar en horizontes tan pequeños.
     Y además, arrastra una tragedia, la gran tragedia de su vida.
     Conociendo a Alfonso Cortés, su dolor y su fuerza, es cuando me indignan estos burgueses estúpidos. ¡Imbéciles!
 
 
Joaquín Pasos, “Prosa de Joaquín Pasos”, en Homenaje a Joaquín Pasos en el veinticinco aniversario de su muerte. 1947-1972, II 7 (León: Editorial Universitaria de la UNAN, 1972), LXXX.