Miraré tus ojos como si fueran los últimos de este puto país,
y no sé donde estoy,
solo camino entre naciones y nubes,
y no sé si necesitaré vida para ver aquella sonrisa pensativa,
en todo caso estaré pensándote, puma interna, sin crematística,
con una creatividad que no tiene límites cuando se camina por
la espuma de las naciones,
cuando veo el mar universal,
sin dictadores del Capital,
así te veo,
en libertad,
y yo,
como un animal humano que desea solo
con el alma de un poeta comunista ya que alista
su arsenal para tender(te) una conquista comunal,
donde el credo se puede convencer sin ser un pequeño
criminal que engaña el andar de tu mirada,
me veo más como un amigo que apunta al viejo que quiere al mar
hasta dormir en las brasas del deseo para terminar
en aquella playa del caribe eterno,
(donde te espero)
donde encuentro un quizás que podría armonizar mis ganas de utopía,
una sin cuantía,
para que,
luego de la brisa matutina,
se pueda apaciguar la fantasía del deseo
viendo al infinito en la ventana de tu alma
mientras el mar me llama en un devenir eterno.