Los pies pasaron un barro engañoso,
el sonido del oxígeno herrumbrado,
hacía desconfiar en todas las sonrisas.
De pronto, los sonidos de algunas
preguntas resuenan en el espacio vacío
de la cabeza que piensa en opciones de
salida a la obvia contradicción,
El dulce sabor ausente de esos labios
crea problemas en aquella atmósfera
de las futuras preguntas sobre el poema,
las revoluciones de las palabras
escondidas ya no pueden
jugar el ajedrez del amor militar,
Las ideas trotkas retumban en el pasado superado
de la primera revolución obrera.
LOS SONIDOS SUENAN CADA VEZ
MÁS FUERTE EN MAYÚSCULA.
TU SOBACO DE OBRERA
ME SUENA A MELODÍA
GITANA,
LAS FRASES EN
minúscula suenan más suave
cuando quiero
escuchar
la
me
lo-
día
d
e
l
o
s
s
u
e
ñ
o
s
.