Sobre la confianza en vos

Laverne

Bueno la vara está así:
 
es imposible no pensar
que la confianza
en dosis pequeñas,
no permite
la liberación total.
 
Que estoy atado a una realidad concreta.
Mi realidad, tu realidad, la nuestra.
 
Y esto se aplica tanto
al sujeto individual
como al colectivo,
entrelazados entre si,
formando una bola
multi-poli-direccional.
 
Con respecto a vos,
caes en esta complejidad,
que se agrava
cuando el corazón
empieza a visitarte
en momentos de recuerdos
de caras y sonrisas
gloriosas,
de ocurrencias ingeniosas
de bailes espontáneos
y un sin número
de poderosos pensamientos
que encienden la sonrisa rebelde.
 
Entonces, en diferentes niveles
de análisis, como el coyuntural,
de relación de fuerzas,
el económico,
no solo asomo la liberación
humana a nivel global
(la revolución mundial)
sino que también
logro verte más humana,
más triste que cualquier
trabajador asalariado hombre,
porque además de tener trabajo,
tenés,
hijos del futuros (tomento perpetuo),
y un sin número de cadenas,
y además,
estás liberándote de los hombres
constantemente.
 
Tengo una revolución "individual".
(si es que esto se puede llegar a pensar)
por los:
[cambios cuantitativos <-> cualitativos]
 
Y yo me inserto, en este análisis.
Trato de caminar distinto,
de crear confianza en mi,
basada en cosas que puedo tocar,
como ser humano, con la conciencia.
 
Entonces voy caminando y tocando las paredes.
Porque a veces la luz es poca,
y toca leer las paredes con las manos.
 
Ese día, en que caminando por la oscuridad
tropecé con tu olor, apuré mi paso.
 
Tropecé con vos, con falta de confianza.
 
Entonces te hablé como mi papel "de hombre".
(en el peor sentido de la palabra)
 
Te dije una estupidez cómoda.
Simple, y ampliamente aceptada
por el statu quo.
 
Tuve una derrota interna.
 
Este estado dinámico de la vida
a veces es difícil presentarte
como un amplio criterio crítico.
 
Poseer la confianza plena.
 
De poder tocar nuestros cuerpos
sin sentirse influenciado
por el capitalismo.
 
De besar tu boca,
tus pechos,
sin pensar en la imagen
estática de una pantalla
multicolor.
 
Pero te lo digo en la cara.
Te escupo un mundo justo
para todos.
 
Yo desde mi castillo
y vos desde tu cárcel.
 
Yo como carcelero
y vos como prisionera.
 
Quiero que sepas
que estas insurrecciones
internas, pasan.
 
Y que todo esto lo hago
por un mundo justo.
 
Por echarme las birras contigo
como compañera, hermana, amante
amiga, todas juntas luchando
entre si, descubriéndote
más y más,
con discusiones claras
sinceras, marxistas,
sobre vos y yo.
 
Sabes,
te pido perdón por mi falta de confianza.
Por no "creérmela" de una.
 
Dejarme que me toques tranquilamente.
Dejarme ir con vos, hacia vos por vos,
contra vos, sin voz.
 
Sabiendo que estamos haciéndolo bien,
coherentemente, sin daños colaterales.
 
Yo empiezo amar fácilmente tus gritos.
Tus revoluciones contra el sistema patriarcal.
 
Te hacen ver rica,
en el sentido comunista de la palabra.
 
El deseo fluyen en esos gritos,
busco tu boca,
tu cuerpo con mis ojos,
y quiero todo con vos.
 
Quiero amanecer despierto en ideas,
con tu pelo entre mis manos.
 
Y amarte en el desayuno,
en críticas dialécticas
del café humeante,
de los apuros mañaneros
del trabajo.
 
Revolución en la noche,
en la mañana,
en la bañera,
en tu espada,
en tus palabras combativas.
 
Revolución constante:
adquiriendo confianza
con la conciencia creciente.