Aplazamiento

Fernando Pessoa

Pasado mañana, sí. Pero sólo pasado mañana...
Mañana me pasaré el día pensando en pasado mañana,
y así será posible; pero hoy no...
No, hoy nada; hoy no puedo.
La persistencia confusa de mi subjetividad objetiva,
el sueño de mi vida real, intercalado,
el cansancio anticipado e infinito,
un cansancio de mundos para coger el tranvía...
Esta especie de alma...
                              Sólo pasado mañana...
Hoy quiero prepararme,
quiero prepararme para pensar mañana en el día siguiente...
Que será el día decisivo.
He trazado ya el plan; mejor no, hoy nada de planes...
Mañana es el día de los planes.
Mañana me sentaré a mi mesa de trabajo para conquistar el mundo;
aunque no lo vaya a conquistar hasta pasado mañana...
Tengo ganas de llorar,
tengo ganas de llorar mucho, de pronto, desde dentro...
No, no queráis saber más, es un secreto, no lo voy a decir.
Sólo pasado mañana...
Cuando era niño, el circo del domingo me divertia toda la semana.
Hoy sólo me divierte el circo del domingo de toda la semana de mi infancia...
Pasado mañana seré otro,
mi vida se hará triunfante,
todas mis cualidades reales de inteligente, leído y práctico
quedarán convocadas por decreto.
Pero por un decreto de mañana...
Hoy quiero dormir, redactar mañana...
Y hoy, ¿qué espectáculo me podría repetir la infancia?
Aunque sólo compraré las entradas mañana,
porque pasado mañana es cuando está bien el espectáculo...
Antes, no...
Pasado mañana tendré la pose pública que mañana estudiaré.
Pasado mañana seré finalmente el que de ningún modo hoy puedo ser.
Sólo pasado mañana...
Tengo sueño como el frío de un perro callejero.
Tengo mucho sueño.
Mañana te diré las palabras, o pasado mañana...
Si, quizá sólo pasado mañana...
 
El porvenir...
Si, el porvenir...
 


 
Adiamento
 
Depois de amanhã, sim, só depois de amanhã...
Levarei amanhã a pensar em depois de amanhã,
E assim será possivel; mas hoje não...
Não, hoje nada; hoje não posso.
A persistência confusa da minha subjectividade objectiva,
O sono da minha vida real, intercalado,
O cansaço antecipado e infinito,
Um cansaço de mundos para apanhar um eléctrico...
Esta espécie de alma...
                             Só depois de amanhã...
Hoje quero preparar-me,
Quero preparar-me para pensar amanhã no dia seguinte...
Ele é que é decisivo.
Tenho já o plano traçado, mas não, hoje não traço planos...
Amanhã é dia dos planos.
Amanhã sentar-me-ei à secretária para conquistar o mundo;
Mas só conquistarei o mundo depois de amanhã...
Tenho vontade de chorar,
Tenho vontade de chorar muito de repente, de dentro...
Não, não queiram saber mais nada, é segredo, não digo.
Só depois de amanhã...
Quando era criança o circo de domingo divertia-me toda a semana.
Hoje só me diverte o circo de domingo de toda a semana da minha infância...
Depois de amanhã ser outro,
A minha vida triunfar-se-á,
Todas as minhas qualidades reais de inteligente, lido e práctico
Serão convocadas por um edital...
Mas por um edital de amanhã...
Hoje quero dormir, redigirei amanha...
Por hoje, qual é o espectáculo que me repetiria a infancia?
Mesmo para eu comprar os bilhetes amanhã,
Que depois de amanhã é que está bem o espectáculo...
Antes, não...
Depois de amanhã terei a pose pública que amanhã estudarei.
Depois de amanhã serei finalmente o que hoje não posso nunca ser.
Só depois de amanhã...
Tenho sono como o frio de um cão vadio.
Tenho muito sono.
Amanhã te direi as palavras, ou depois de amanhã...
Sim, talvez só depois de amanha...
 
O porvir...
Sim, o porvir...
 
 
Fernando Pessoa, “Álvaro de Campos”, en Un corazón de nadie. Antología poética (1913-1935) (Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2017), 452-5.