Por un lado,
agarre un indio rabioso de Matagalpa,
métase a su casa y oblíguelo a usar zapatos,
páguele menos que a un ladino publicamente,
(a los más violentos, secuéstrelos por la noche)
Pisotee a sus dioses en caras de vírgenes.
Por otro lado,
quítele, con un decreto, su pueblo,
asígnele, a unos grupos, tierras para el café,...