Jorge Delio Bravo Brenes (1938, Costa Rica - 1967, Costa Rica)

Jorge Debravo

Debravo, Jorge (SANTA CRUZ DE TURRIALBA, 1938-1967)
 
Nombre literario de Jorge Delio Bravo Brenes, poeta costarricense. Murió en un accidente automovilístico en San José, cuando sólo tenía 29 años. Integró el llamado Grupo de Poetas de Turrialba, que luego daría origen al Círculo de Poetas Costarricenses. Pese a su breve existencia, Debravo es poseedor de una ingente obra poética escrita a lo largo de una década que lo ha situa do como una figura emblemática, un punto de referencia ineludible de la historia literaria costarricense. Con el paso del tiempo se ha reconocido de manera unánime la contribución de su obra al desarrollo de la poesía nacional, y los lectores lo han aceptado como uno de los poetas más populares, por su renovada y generosa visión humanitaria de la vida. De bravo alcanzó el Premio Nacional de Poesía Aquileo J. Echeverría, en 1966.
 
La crítica califica su obra como poesía social o de realismo poético es decir, orientada por sus temas y hasta por sus recursos estilísticos hacia la reivindicación humanitaria de los desposeídos, de los "humillados y ofendidos", y de las víctimas de la represión y de la injusticia. Sus poemas adoptan como ética los valores de la solidaridad, de la fraternidad,
del amor y de la compasión. La religiosidad que manifiestan muchos de sus poemas muestra una visión de un Dios altruista, cercano al hombre y a sus preocupaciones vitales y cotidianas. No faltan tampoco los temas de la condición política del ser humano, en una circunstancia particular y en un mundo del que se espera la libertad, la justicia y la solidaridad,
pero también los temas existencia listas acerca de la incertidumbre de la vida y las grandes preguntas que siempre han acompañado a la humanidad. La llaneza y sobriedad con que el poeta expresa su profunda filantropía ha hecho de su poesía una de las más difundidas y aceptadas entre los lectores costarricenses.
 
OBRA
Poesía: Milagro abierto (1959); Bestiecillas plásticas (1960); Consejos para Cristo al comenzar el año (1960); Devocionario del amor sexual (1963); Poemas terrenales (1964); Digo (1965); Nosotros los hombres (1966); Canciones cotidianas (1967); y como publicaciones póstumas Los despiertos (1972); Antología mayor (1974); Vórtices (1975); Otras cosas recogidas de la tierra (1981); Guerrilleros (1987); El grito más humano (1990). Aún se conserva obra inédita.
 
 
Albino Chacón (coordinador), Diccionario de literatura centroamericana (San José: EUNA y Editorial Costa Rica, 2011), 140-1.
 


 
Mi posición
 
Tengo fe en el hombre. De siglo en siglo ha venido ascendiendo por una terminable rampa de progreso. Aparentemente, algunas veces ha retrocedido. Solo se ha detenido para afirmarse.
 
Creo que este tiempo que habitamos es mejor que todo tiempo pasado. Y que todo tiempo futuro será mejor que el presente.
 
Soy poeta de la esperanza, pero no soy ciego. No creo que la fraternidad y el amor nos sean dados de regalo. No creo que los antagonismos que nos desangran desaparezcan por artes milagrosos. La perfección es el resultado de la lucha. Hay esperanzas endebles, arraigadas por el sueño. La verdadera esperanza se sostiene y nutre en las realidades diarias. Porque la realidad es amarga, mis poemas a veces gotea angustias y sangres.
 
No creo que haya temas vedados para la poesía. Todos los temas son buenos para ella. Tampoco creo en la limitación geográfica del poeta. El hombre actual tiene una visión amplia, como nunca, del mundo entero. Por eso los poetas podemos escribir hoy sobre la guerra, aunque las guerras estén quemando carnes lejanas. Cinco mil kilómetros no pueden empañar los ojos del poeta.
 
El poeta debe ser libre, si no como hombre, como poeta.
 
Si se le mata por libre, se le hace más grande. Contra el poeta no valen cárceles ni fusilamientos. Con pólvora y sangre la poesía sabe fabricarse alas, lo mismo con amor y esperanza.
 
Soy poeta de un tiempo terrible y maravilloso. La humanidad va desbocada hacia el futuro. Hay un camino que desemboca en la muerte y un camino que desemboca en la fraternidad. ¡Ay del poeta que empuje a los hombres hacia el camino de la muerte! ¡Y ay del que se siente en una piedra a cantar odas abstractas, mientras los hombres van hacia la muerte!
 
La poesía es una arma. Yo estoy dispuesto a usarla en la lucha por la justicia, la fraternidad y el amor. Si no la usara, más me valdría suicidarme. Mi conciencia tiene siempre los ojos muy abiertos. No podría soportar los ojos de mi conciencia acusándome siempre desde el fondo de los huesos. Además, mi conciencia resume la conciencia de la humanidad. Si alguna vez me equivocara, ¡perdonadme! Siempre he querido y querré decir la verdad. No creo en la poesía por la poesía, creo en la poesía por el hombre. Detesto la poesía sin mensaje y sin contenidos humanos. La leo y no me nutre. Es como si quisiera alimentarme con piedras pulverizadas. Amo la poesía que hace sentir viva y a mi lado la sangre de mis semejantes. Pienso que la poesía abstracta es una manera de soslayar responsabilidades. Se puede escribir poesía abstracta cuando no se tenga nada que decir o se tenga miedo e decir lo que se piensa. Creo que todo poeta tiene mucho que decir a sus hermanos. Si no lo dice es un cobarde. ¡No quiero que se me llame cobarde! El poeta debe volver a dignificarse. Durante mucho tiempo un fabricante de suspiros. Deseo que vuelva a ser guía y conductor de pueblos.
 
El mundo camina hacia una era de amor y de fraternidad. La miseria desaparecerá de la faz de la tierra. La igualdad de derechos y de oportunidades se impondrá a pesar de los que luchan por esclavizarlo. ¡Venid a la lucha, hermanos! ¡Que lo que ha de ser será más pronto si nuestros brazos empujan los molinos de la historia!
 
La canción del poeta debe alumbrar el camino de los pueblos. Y, ¡ay de los que hagan canción de sombra, porque los pueblos lo arrojarán al despeñadero de los olvidados!
 
He tomado partido. En la lucha que se libre entre los detentadores del poder y de la riqueza y los desposeídos, yo he tomado partido con los desposeídos. Todos los hombres somos hermanos. Amo, por eso, a todos los hombres. Comprendo, sin embargo, que a algunos habrá de obligarlos a comportarse como hermanos. Porque hay hombres que todavía no son humanos. Debemos enseñarles a serlo. Y exigirles que lo sean. Siempre la poesía ha estado unida a las luchas sociales, religiosas, políticas y económicas; el cuento sobre la poesía no comprometida lo inventaron y mantienen los interesados en que no se comprometa.
 
Porque un poeta no se compromete con los que detentan el poder y la riqueza. El poeta se compromete con los que lo necesitan, y eso no es conveniente para muchos pontífices de nuestra época.
 
Mi poesía no se sujeta a ninguna norma ideológica preconcebida. Nace simplemente, dice lo que se ha de decir y nunca calcula los intereses que resultarán favorecidos o golpeados.
 
Jorge Debravo
1967
 
Jorge Debravo, Los despiertos Guerrilleros (San José: Editorial Costa Rica, 2017), 11-3.

Balada del despierto

—¡Ha despertado un hombre!
—dijo el viento
como si hubiera visto
un terrible milagro.
 
Alguien dijo que aquel nuevo despierto no sabía
qué hacer con sus dos ojos tan enormes....

Hombre

Soy hombre, he nacido,
tengo piel y esperanza.
Yo exijo, por lo tanto,
que me dejen usarlas.
No soy dios: soy un hombre
(como decir un alga).
Pero exijo calor en mis raíces,
almuerzo en mis entrañas.
No pido eternidades...

Carta circular de angustia y esperanza

Conozco muchos hombres que parecen
ramillas arrancadas del árbol de la vida;
hojas muertas, lodosas,
nadando en el estanque de la muerte.
Alzan brazos y gritos
como grandes tentáculos de angustia
y se duermen tapados con pedazos de noche....

Manos

¡Ah, mis manos sumidas en manojos de manos!
Mis manos empozadas en corazones vivos.
Mis manos habitadas por tantas manos muertas.
Mis manos traspasando tus manos con su espíritu.
Mis manos terrenales donde todos los hombres...

Presentación

He aquí al hombre tumbado, como un cántaro
todo lleno de pájaros.
 
He aquí al hombre luchando con la muerte
con un pequeño arado.
 
Y ved arriba el mundo, oscilando hacia el odio,
como un ojo espantado....

Búsqueda

Estoy lleno de luchas y ciudades.
Silba en mi corazón el ruido vivo
del metal que trabaja.
Poblado estoy de pueblos y crepúsculos.
Hasta la piedra llega, me despierta las venas
y me habla...
 
Pero el hombre, madera, piedra, hierro,...

Territorio de muerte

Rojas están las manos. La guerra anda por dentro
de las manos arando.
La guerra anda en nosotros buscándonos lo humano,
derribándonoslo.
 
¡Ah, cómo pesa ahora la guerra entre los ojos!
Cómo duele en la córnea su gran lámpara roja,...

Fraternidad

Cada uno de vosotros extiende,
sin saberlo,
su mano
y me sostiene el corazón.
 
Yo no podría vivir sin esas manos vagas, invisibles,
que arden tiernamente entre mis músculos...

Pasos muertos

Oye esos pasos muertos, infinitos...
¡Hay tanto paso muerto en este pueblo!
Llueven los ojos interminablemente
sin mirar, sin mirar, como si el cielo
se hubiese desgranado
en ojos muertos.
 
Aquí, en mi mano, son como dos copas...

Miedo

Un miedo amado y dulce
me abre ojos absurdos en los huesos.
Con este miedo voy a la ciudad,
hurgo mi pensamiento,
recorro las aceras de la angustia
y el silencio nefasto de las noches sin viento.
 
Con este miedo voy, llego hasta Dios, lo pongo...

Vigilia ante un guerrillero muerto

Ven con tu muerte a cuestas
como un ojo terriblemente abierto.
En nuestro corazón te está esperando
arrodillado el tiempo.
De ahora en adelante vivirás
en una inexpugnable fortaleza de huesos,
gozando los abrazos...

Cazadores de dulces cervatillos

Cazadores de dulces cervatillos,
respetad esos recién animales
que van semidesnudos por los bosques.
¿No veis que detrás de ellos
van chorreando un raudal de corazones?
 
Cayeron de la luz para abrazarnos....

Nocturno sin patria

Yo no quiero un cuchillo en manos de la patria.
Ni un cuchillo ni un rifle para nadie:
la tierra es para todos,
como el aire.
 
Me gustaría tener manos enormes,
violentas y salvajes,
para arrancar fronteras una a una...