Si olvidáis los amigos y hasta a los allegados,
incluso, oh agradecidos, despreciáis al poeta,
que Dios os lo perdone; respetad,
por lo menos, las almas de aquellos que se aman.
Pues decid, ¿dónde vive, si no, la vida humana,
ahora que lo doblega todo un afán servil?
Por eso pasa el dios, indiferente,...