Qué pensamientos tengo de vos esta noche, Walt Whitman, mientras desciendo sobre mí mismo, por callejuelas, bajo los árboles, con dolor de cabeza, viendo la luna llena.
¡En mi hambrienta fatiga, y comprando imágenes, fui al supermercado de frutas de neón, soñando con tus enumeraciones!
¡Qué duraznos y qué penumbras! ¡Familias enteras comprando de noche! ¡Pasillos llenos de maridos! ¡Esposas en los aguacates, niños en los tomates! —Y tú, García Lorca, ¿qué estabas haciendo junto a las sandías?...